
“Cómo saber si la telaraña de la costumbre te está quitando oportunidades”.
La vida está llena de cambios. Algunos positivos y otros no tanto, pero gracias a ellos nos vamos formando tanto a nivel personal, como social y profesional. En estas experiencias de éxitos y fracasos que se nos presentan a diario obtenemos un aprendizaje.
Henko es una palabra japonesa utilizada para referirse a un tipo de cambio que es de naturaleza transformadora. Es decir, donde se hace imposible retornar al estado inicial.
En el ámbito del crecimiento personal implica la capacidad de confiar en nosotros mismos a través de un acto de valentía, superando miedos, preocupaciones e inseguridades; lo cual logra un gran impacto en nuestras vidas.
Hoy en día, muchos utilizan el término “zona de confort” pero pocos saben en realidad qué significa. Utilizamos este constructo para hacer referencia a un estado mental en el cual una persona presenta un comportamiento rutinario sin satisfacción alguna pero se percibe seguro y asume que tiene control de todo. De esta forma, evita los riesgos de exponerse a nuevas situaciones que le generan ansiedad y miedo.
A grandes rasgos, una zona de confort es lo que expresa la siguiente frase: “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Así pues, se refleja un alto temor a lo novedoso, al cambio, a lo desconocido.
Es importante aclarar que hay que salir de esta zona para experimentar, como afirma otro refrán: “el que no arriesga, no gana”. En la vida hay que aprender a asumir riesgos (obviamente de forma sana) para saber que nos conviene hacer y/o decidir. Por ejemplo: si en el colegio hay un chico o una chic¡a que te gusta, ¿cómo sabrás si puede funcionar como pareja si ni siquiera te atreves a pedirle una cita? Imposible ¿cierto? Pues bien, así es todo en la vida. La mayoría de situaciones no sabremos hacia dónde nos llevarán si no tenemos el valor de probarlas.
Lógicamente, hay personas que presentan mayores temores, inseguridades e incluso traumas que les impiden salir de la zona de confort. En los casos más graves se puede consultar con un especialista para que, a través de la terapia, se vaya superando el miedo de forma gradual y controlada.
Cuando ya has salido de tu zona de confort y superado la zona de inseguridades, es momento de hablar de la zona de aprendizaje. Es ahí donde encontraremos el Henko, o lo que es lo mismo, el cambio que permite transformar nuestras vidas.
El temor a lo desconocido es algo interno de nuestra biología. Se trata de un instinto protector, pero debemos recordar que este jamás será superado si no afrontamos la nueva situación o el cambio que tanto tememos.
En todo cambio existen varias variables implicadas, pero cuando hablamos de Henko (cambio transformador), todo parte de acciones específicas encaminadas a un objetivo diferente al inicial, para lo cual se debe tener clara una perspectiva o forma de ver las cosas.
Muchas veces, ante las situaciones que nos suceden, creemos que la forma que tenemos de afrontarlas siempre debe funcionar, pero esto a veces no es así. En estos casos es preciso que nos cuestionemos nuestros actos, así como nuestras creencias y pensamientos.
Debemos aprender a dejar de lado el ego para crecer a nivel personal tras cada experiencia. Henko es un ejercicio de valentía que nos confronta con nuestra forma de pensar, sentir y actuar para poder llegar a una vida sencilla y fácil de resolver. Porque al fin y cabo, nuestro mayor crítico somos nosotros mismos, pero también seremos quien más se beneficie al abrirnos a nuevas formas de crecer y resolver la vida. Esta nueva filosofía nos hará más resilientes en nuestro día a día y ante aquellas situaciones a las que nos tengamos que enfrentar.
Lo cierto es que a todos nos da vértigo lo desconocido, aquello que no podemos predecir, que se escapa de nuestros cálculos y por ende, de nuestro control. De ahí que, cuando gestionamos mal este vértigo, acabemos consumidos y agotados emocionalmente porque optamos por acurrucarnos y conservar nuestro sitio en vez de abrazar el cambio. En este sentido, pueden existir muchas razones para la trasformación, pero todas etéreas si no existe un elemento en la base: el convencimiento, el deseo, la motivación.
Podemos pensar que nuestra visión de la realidad es la correcta y que el mundo debe erigirse y comportarse según nuestros preceptos. Sin embargo, ¿cómo podemos estar tan seguros? ¿No es cierto que ante un mismo hecho dos personas pueden observarlo y explicarlo de manera distinta? Lo cierto es que cada uno de nosotros construye y trabaja con una realidad propia, particular, individual y difícilmente intercambiable. Por lo tanto, ¿por qué no investigar otras visiones para solucionar aquello que nos aqueja?
No es fácil, es cierto. Pero precisamente, por la complejidad que conlleva, hay que conjugar el aliento de la ilusión con un punto de calma. Cuestionar nuestra visión del mundo no es algo que se consiga en poco tiempo y de hecho, no estaremos satisfechos hasta que no estemos en armonía con nuestra naturaleza última, esa que está desnuda de preocupaciones, miedos y distorsiones. Así, el verdadero bienestar solo es posible tras trascender nuestro ego.
El universo y todo lo que está en él se encuentra en constante cambio, así que con miedo o sin él, será inevitable tener que adaptarnos en todos los aspectos de nuestra vida. Así que la mejor forma de aceptarlo y vivir con ello es abrazar el cambio, dejar que nos enseñe y lograr mayor crecimiento personal gracias a filosofías de vida como el Henko. Recordemos que….. ¡en la vida vale la pena correr riesgos para llegar al camino de la felicidad!
TEXTO ORIGINAL RECUPERADO DE Feel the brain (2015). Aprender y saltar entre las zonas de confort. Extraído de: https://feelthebrain.me/2015/05/26/aprender-y-saltar-entre-zonas-de-confort/